Su obra se caracteriza por ser extremadamente crítica, en cuanto a lo social y político, pero de forma metafórica y sutil,
instrumento impulsor de la conciencia social, que sin evadir la claridad,
demuestra la preocupación por los problemas del entorno y por el hombre. Hay una clara preocupación por el sentido de solidaridad y
repulsión hacia la injusticia. En su trabajo se distinguen temas como injusticia social, anhelo
de libertad y esperanza de un mundo mejor. Por lo tanto podemos decir que era positivista y tenía fe en la moral humana.
La obra de Blas de Otero no es muy numerosa pero ha sido uno de los máximos exponentes de la literatura de posguerra y ha influido en muchos poetas posteriores.
Sus creaciones más destacadas son poéticas cuya métrica incluye tanto las estrofas clásicas o
tradicionales como el verso libre, pero con un rasgo común, la ruptura inesperada del verso, es decir, que deja de rima de forma inesperada.
Su obra se podría esxtrapolar a otros autores españoles críticos, como por ejemplo a Pablo Picasso, que también denuncia la guerra mediante su pintura. ''Guernica''
Su obra se podría esxtrapolar a otros autores españoles críticos, como por ejemplo a Pablo Picasso, que también denuncia la guerra mediante su pintura. ''Guernica''
Su obra se encuentra dividida en cuatro
periodos:
Primera
Constituye su poesía inicial, se encuentra “Cántico
espiritual”, publicada en 1942 marcada por una gran religiosidad, se perciben
las influencias de la mística española, en especial de los poetas san Juan de
la Cruz y Fray Luis de León. Más adelante, a raíz de una crisis existencial en
la que influyó la obra de Dámaso Alonso “Hijos de la ira”, Blas de Otero
desecharía esta poesía.
Segunda
Etapa de poesía antirégimen, en este periodo hace obras referentes a la política y a la crítica del régimen de ese entonces, el franquismo. Además sus obras reflejan la angustia general provocada por la vida.
Destacan dos obras importantes: “Ángel fieramente humano” en 1949 y “Redoble de
Conciencia” una año después. Ésta última obra fue galardonada con el Premio
Boscán, tras el cual Otero vendió su biblioteca y se trasladó a París, donde
militó en el partido comunista, debido a su ideología anti-franquista. En su labor literaria reconocemos el reflejo de sus conflictos
personales y una reflexión hacia su existencia y la religión, ubicándolo,
dentro de la llamada poesía desarraigada, estilo que se caracterizó por un
sentimiento de angustia existencial y desesperanza hacia el mundo, una marcada
religiosidad, y un tono de duda hacia los dolores de la humanidad.
Tercera

En muchos momentos, sus poemas pueden considerarse
religiosos por dirigirse a un Dios "terrible" que se asemeja más bien
al del Antiguo Testamento. Es un Dios al mismo tiempo anhelado e incomprensible
ya que guarda silencio ante las injusticias que sufre el hombre. Le gustaría
que Dios fuese ese refugio al que pudiese acudir el hombre para soportar el
dolor, pero no es así, por lo que no encuentra ningún motivo para la felicidad.
La religiosidad de Blas de Otero entra en crisis. Por este
motivo buscará la eternidad y la realización vital en el amor encarnado en una
mujer, pero el resultado será igualmente frustrante.
Crea poesía social como por ejemplo ''Pido la paz y la palabra'' (1955) al que siguen ''En castellano'' (1959) (año en el
que obtiene el Premio de la Crítica), y ''Que trata de España'' (1964) título que
englobará luego a los tres libros. En ellos expresa su anhelo de paz, su ansia
de libertad y la esperanza de un futuro distinto para el mundo, pero
particularmente para España, utilizando un lenguaje sencillo, que sin dejar de
ser poético llegue a las mayorías.
El lenguaje de Blas de Otero en este ciclo se caracteriza
por su violencia expresiva, dramatismo, desgarro, extrema tensión, buscando así conseguir efectos
inesperados. Esto hace que los sonetos parezcan distorsionados a causa de los
cortes ásperos.
Ya en su última época, la poesía final, publica “Mientras” e
“Historias fingidas y verdaderas” en 1970 y las
poesías de Hojas de Madrid (1968-1979), que dejó inacabada.
Durante este tiempo visita las grandes
naciones comunistas de la época, la Unión Soviética, China y Cuba, pero fregrresa a España debido al avanzado estado de su cáncer. Fallece en Madrid el 29 de julio de1979 en compañía de Sabina de la
Cruz, cuatro años después de la muerte de Franco, y habiendo vivido al fin la
legalización del partido comunista en España.